Entre los asuntos pendientes que tengas, algunos de ellos requieren varios pasos para poder completarse. En tal caso no hablaremos de un “asunto pendiente” como tal, sino que hablaremos de un “proyecto”. Es decir, podemos definir un proyecto como todo asunto pendiente que requiera más de un paso para su ejecución.
Algunos solo requieren unos pocos y sencillos pasos para poder terminarlos, pero en otras ocasiones es posible que requieran incluso una estrategia adicional para poder orquestar cada uno de los hitos necesarios hasta conseguir el resultado final.
Seguramente alguna vez te hayas sentido abrumado por un proyecto, de tal manera que el mero hecho de pensar en él te producía una mezcla extraña de sensaciones como estrés o frustración. Y es que en realidad muchos de los proyectos con los que tenemos que lidiar pueden resultar abrumadores y nos generan cierto rechazo. Cuando esto ocurre, es normal que nos cueste trabajo empezarlos. Y, en el caso de que se empiecen, pronto se bloquean, perdiéndose en el fondo de nuestro sistema.
Eso es lo que tenemos que evitar a toda costa, para evitar este tipo de situaciones es crítico identificar la primera “acción siguiente” y anotarla.
La primera acción siguiente la identificas con el siguiente método: si no tuvieras en la vida nada más que hacer que ese proyecto, ¿cuál sería la primera acción física que realizarías? A veces esa primera acción puede ser una llamada, o en proyectos más complejos puede ser dedicar una hora a pensar con una hoja de papel delante. Es crucial que la identifiques con plena nitidez.
Ya aprenderás más adelante cómo gestionar esas “Primeras acciones”, de manera que las tengas todas controladas.
En definitiva, lo primero es identificar esa primera acción y tener un buen método para realizarla lo antes posible, según la prioridad que tenga respecto al resto de tus asuntos pendientes. Una vez que hayas realizado la primera acción, identificarás la acción siguiente, y así sucesivamente. Tener clara la acción siguiente tiene un efecto terriblemente positivo en nuestra productividad, e incluso en nuestra autoestima, porque aunque veamos el proyecto como una maraña interminable de acciones, al tener identificada la primera acción inmediata es muy fácil dar ese primer paso y desbloquearlo, y luego el segundo… hasta completar el proyecto a base de pequeñas acciones.
En un proyecto es esencial saber con exactitud el resultado final que quieres conseguir y conocer, al menos grosso modo, los pasos que tienes que seguir para completarlo.
Estos se podrán ir afinando y recalibrando según avanza el proyecto.
Mi recomendación es que, por muy sencillo que sea el proyecto, dediques unos minutos a pensar sobre él, y decidir de esa manera cuál es la estrategia más conveniente.
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